COLECCIÓN AUTORES CUBANOS CONTEMPORÁNEOS

La literatura cubana es un cuerpo dividido, digamos, un cuerpo dividido con un ánima mutua en el idioma. Quien se enfrente a lo cubano como una nacionalidad literaria, debe, además, entenderla como un cuerpo todavía articulable, pero con una voz definitiva expuesta en las supra narraciones de una particularidad que supo entender la totalidad de una lengua; amalgamarla en cierta greda de lo autóctono, y así componer nuevos modos y mundos. Reside ahí su esencia de lo vital: en las transmutaciones…
Desde esta hipótesis debe partir el lector interesado en esta colección que ahora se abre por la Editorial Hispano Árabe. Adentrarse a la lectura de los autores cubanos contemporáneos, significa, también, entender las formas nacionales de una lengua unitiva: el Castellano. Pero, al filo, percatarse de las cosmovisiones de lo propio insular de un país sólido sobre la historia literaria, con figuras del calibre de José Martí y Julián del Casal, iniciadores del Modernismo, primer movimiento literario autóctonamente latinoamericano; otras, como José Lezama Lima y Alejo Carpentier, representantes y forjadores del neobarroco, por demás, movimiento que nace y halla formas definitivas en Cuba, pero que es, un poco en esencia, el hijo soleado del barroco español.
Un continente literario dentro de un continente, un signo como otro signo puntual en el mar; una isla que habla con la misma voz desde la tierra o desde el exilio. Los autores contemporáneos cubanos son heraldos y arúspices de una herencia que germina en un idioma importado, luego se fomenta en una nacionalidad con poética propia, y, ahora, en esfuerzo de esta Editorial emigra —conquista posmoderna— hacia la tierra de las migraciones. Una literatura, al fin, húmedamente narcisista, si entendemos que el hombre mitológico, antes de morir por el espejo de agua, tuvo que entender, primero, la esencia distorsiva del espejo…